Trimestre a trimestre, las empresas inmobiliarias y constructoras han sumado nuevos riesgos que deben enfrentar producto de la pandemia. Ahora, las compañías incorporaron a su repertorio el alza en los precios de los insumos y la toma de terrenos. Incluso, hay compañías que plantean un escenario en que firmas de menor solvencia financiera, ante una menor actividad, resuelvan disminuir sus precios afectando la rentabilidad del sector.
«Existen eventuales riesgos legales por necesidad de ejercer medidas judiciales respecto de tomas de terrenos que se están produciendo con cierta frecuencia en el país», dijo en su análisis de resultados del primer trimestre la Inmobiliaria Manquehue.
Esto, considerando que las empresas deben adquirir y mantener un gran número de terrenos desocupados para proyectos de largo plazo.
Pero la Inmobiliaria Manquehue también incorporó como nuevos riesgos la eliminación o disminución de beneficios tributarios a la construcción, cambios en el régimen del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y una modificación a la tributación de leasing, entre otros.
Echeverría Izquierdo, por su parte, dijo que existe una situación real y contingente en las alzas en costos de materiales de construcción que afecten negativamente los resultados de la sociedad, en especial –precisó- cuando estos incrementos son bruscos y sostenidos en el tiempo. «Como sucedió con el costo de la mano de obra en los últimos años», dijo.
Precisó que, en su unidad de Ingeniería y Construcción se establecen convenios para los principales insumos de cada oferta y se fijan horizontes y proyecciones de crecimiento del costo para considerar el alza de aquellos elementos que no pueden ser indexados al cliente o fijados a través de contratos o convenios. Por otro lado, señaló que su área de Desarrollo Inmobiliario en Chile posee una cobertura natural al fenómeno pues –dijo- tanto los contratos de construcción como los precios de venta de las viviendas se expresan en unidades de fomento.
En la misma línea, Besalco dijo que la variación de los precios de los principales insumos es otro factor de riesgo para la sociedad y sus filiales, para lo cual –dijo- en la gran mayoría de los contratos cuenta con índices de reajuste que buscan minimizar esto.
«Si bien a mediano plazo este sistema minimiza los riesgos, mirado a corto plazo, un alza importante y sostenida de algún insumo puede generar un impacto negativo, de igual modo, cualquier baja importante en los insumos genera un impacto positivo por el mismo motivo anterior», afirmó.
Salfacorp dijo que las alzas en el costo de materiales de construcción, entre ellos, acero, hormigón, mano de obra, entre otros, también pueden afectar los resultados de los proyectos y por ende de la compañía.
«Con el fin de minimizar este impacto, SalfaCorp tiene como estrategia fijar el precio de los principales insumos de cada oferta en el mismo instante en que se formaliza la oferta a nuestros clientes, a lo que se suma una política comercial de fijar los precios de los contratos de construcción mayoritariamente en UF. Mientras en el rubro inmobiliario, los precios de venta de las viviendas generalmente están indexados a la unidad de fomento, lo que está en línea con el alza en los precios de los insumos y costo del crédito de construcción», destacó.
Para Ingevec, la mano de obra calificada es uno de los principales insumos de la sociedad. Es por ello que la sociedad –destacó- mantiene políticas de incentivos transparentes y confiables a sus trabajadores con el fin de retener el talento y experiencia adquiridos.
«En el caso de subcontratistas de mano de obra o especialidades intensivas en mano de obra se realizan contrataciones caso a caso, resguardando los niveles de calidad, productividad y condiciones de trabajo de los trabajadores. Adicionalmente, se incorporan constantemente mejoras en técnicas constructivas que permitan aumentar la productividad de los trabajadores en las obras. Es así como se ha incorporado la fabricación de baños, cocinas y muebles prefabricados en las obras en donde la mano de obra es más escasa», señaló.
En el caso de Socovesa, la firma proyectó que –»a pesar de que ya hay expertos que pronostican importantes cambios en el mercado», dijo- es muy pronto aún para ese tipo de conclusiones.
«Eventuales cambios en las preferencias de la población o en el ámbito regulatorio estarán supeditados, entre otras cosas, a la duración y profundidad de la crisis, lo cual todavía es bastante incierto», dijo la empresa.
Destacó que su alta administración amplió su mirada hacia una visión más integral de los riesgos que hoy afectan los objetivos estratégicos de la empresa. «La compañía ha hecho un análisis profundo de los riesgos que hoy se enfrentan, de manera de poder identificar cómo ha cambiado el impacto y probabilidad de ocurrencia de esos riesgos, y la forma en que se intentarán mitigar», señaló.
Junto a esto, la empresa recordó que la industria inmobiliaria en Chile está altamente fragmentada existiendo un gran número de firmas dedicadas al desarrollo y construcción de viviendas. «Esto podría generar situaciones en que compañías de menor solvencia financiera, ante un escenario de menor actividad, resuelvan disminuir sus precios afectando la rentabilidad del sector», sostuvo la compañía.
Precisó que este riesgo se había mitigado con la participación de fondos de inversión y otros actores del mundo financiero, con lo que –dijo- muchos proyectos en la industria cuentan con una base de capital adecuada para sortear períodos de menor demanda inmobiliaria. Pese a todo, afirmó: «Lo más probable es que este riesgo se materialice por la vía de una mayor tendencia a realizar descuentos».
Fuente: Diario Financiero